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NO MÁS AUTOGOBIERNOS
César Augusto Vázquez Chagoya
26 de marzo 2006


Se efectuó el tercer cambio en la Dirección de Prevención y Readaptación en el estado, de donde dependen 22 reclusorios desde Pánuco a Coatzacoalcos. Por años, a la política penitenciaria se le ha puesto poca atención, pese a que hay científicos veracruzanos especializados en esas áreas, pero lamentablemente se le han dado paso a los políticos en razón primaria de sólo mantener la calma y que no hubiera motines de reos, porque en el sistema político priísta era una muestra de falta de control de un gobernador.

La sobrepoblaciones en los centros de reclusión y el narcotráfico ha cambiado radicalmente los procedimientos y poco a poco, cada día, se ha tenido que recurrir a criminalistas o especialistas en readaptación de los reos. Las medidas de seguridad se han extremado, por la facilidad en que escapan los narcotraficantes. Convertidos en verdaderos centros de vicios, los reclusorios del estado no pueden seguir así y menos cuando los custodios ganan un poco mas de 3 mil pesos al mes. ¿De dónde van a sostener a sus familias? Pues sólo dejando pasar, dejando de ver y oír.

El que diga que en los 22 penales de Veracruz manda el director miente. Todos se rigen por el autogobierno, donde se vuelven líderes los más malos y lo más agresivos. Controlan todo: desde la limpieza, tiendas, drogas, comida, camas, etc. Entonces, para meter orden a los penales, el enemigo a vencer son los autogobiernos de los reos.

Así cambien y cambien directores, la readaptación social de los reclusos será un mito y para hacer eso se necesita dinero e imaginación. Es enorme la fuerza laboral que existe en las cárceles, pero no para hacer empresas estilo Kamel Nacif, que pagaba la hechura de las prendas de vestir a 20 pesos en vez de 100. Eso se llama esclavitud. Muy aparte de los programas científicos, hay que impulsar el trabajo, para que se mantengan los reos y a su vez a sus familias, pero nada se logrará si no se acaba el autogobierno.

Ya ha señalado la Comisión Estatal de los Derechos Humanos las anomalías en los penales, y no lo va a creer, pero poco se ha avanzado. Es criminal que a las mujeres para poder ingresar a ver a sus familiares se les haga la revisión vaginal, todo por no tener aparatos de rayos X u otros métodos más científicos. No es posible que las cárceles veracruzanas sean estaciones de resguardo de la droga en su viaje a la frontera con los Estados Unidos. Ahí está el ejemplo de la droga encontrada en la dirección de “Pacho Viejo”. Para ripley: si usted no encuentra marihuana o cocaína en el mercado, vaya a cualquier reclusorio y se la surten, con descuento y todo.

Esta de risa que un reo se fugue del CERESO de Coatzacoalcos, con la complicidad de una funcionaria del reclusorio de La Toma; pero lo más infantil, es que lo tuviéramos detenido por robacarros, cuando en Tamaulipas y otros estados era reclamado por narcotráfico y homicidios.

El gobierno del estado, debe cuidarse de todos, hasta de las autoridades federales: El doctor Valdovinos Terán, preso en el penal de Allende, por homicidio y violación, es testigo protegido de la Procuraduría General de la República, y con su testimonio metieron a la cárcel a Rafael Palomba Márquez y trajeron huyendo a José Luis Sáenz Escalera; en un operativo donde existió el antiguo director Harry Jackson, se le detectó gran cantidad de droga y nos salen ahora los federales con que van a investigar a su protegido. Por favor.

Se pueden escribir libros de anomalías en los penales de Veracruz, pero lo esencial está en los autogobiernos. Ahora le toca el turno de echar otro esquema de trabajo en los reclusorios a un nuevo equipo: Cirilo José Rincón Aguilar, pertenece a una vieja familia de Martínez de la Torre, tal vez la que más alcaldes le ha dado en los últimos años: su padre Bricio Rincón Hernández (64-67), Cirilo Rincón Aguilar (76-79), y Bricio Rincón Aguilar (95-97).

Cirilo José, es de la camada de jóvenes que formara el gobernador Rafael Hernández Ochoa, fungiendo en ese tiempo como Oficial Mayor de la Secretaría Particular. Ha incursionado en altos cargos en la Confederación Nacional Campesina y fue diputado federal del 85 al 88.Así que no es político improvisado y su último cargo fue como director administrativo de la Procuraduría General del Estado.

Cirilo llega con un buen equipo de trabajo: Armando Aiza Ávalos, originario de Córdoba, es una garantía como subdirector de Supervisión y Custodia. Mire: este hombre ha sido magistrado del Tribunal de Justicia, director de la Policía Judicial, subprocurador de Justicia, delegado de Seguridad Pública. Es un apasionado de la criminalística, a quien no le gusta los sillones. Es un hombre confiable y comprometido con su trabajo y es mano dura. Alguien puede cuestionar su personalidad, pero para meter en orden en los penales no se requiere de un santo, sino de un hombre que dé resultados, como lo ha hecho Aiza Ávalos toda su vida.

Gilberto Rodríguez Valencia, originario de Minatitlán. Alcalde en varios Consejos Municipales, subdirector de Turismo. Hombre con mucha experiencia, quien se hará cargo del área administrativa.

Y Ezequiel Castañeda Nevares, originario de Tuxpan, ex dirigente estatal de la FETSE; secretario particular y amigo del desaparecido Demetrio Ruiz Malerva, y hasta ayer auxiliar del Procurador de Justicia. Es la primera vez, en este sexenio, que se da a conocer de inmediato el equipo que acompañará al nuevo director de reclusorios.

La tarea que inician es titánica, porque romper las inercias de corrupción no es fácil, esperando que los “Charrascas” que se hacen millonarios a costa de los reclusos se acaben. A estos nuevos funcionarios, ni para felicitarlos, porque un error, un mal entendido, las intrigas que vendrán por mover intereses millonarios les puede salir caro.


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