Observador Ciudadano Tu página de inicio

PABLO: TODO PARA ISABEL

César Augusto Vázquez Chagoya
19 de marzo 2006


“Javier: querido compadre, ve con Dios, confía en Dios, la justicia más tarde ha de caer. Ve con Dios. Vamos todos a darle sepultura, que Dios te recoja en su seno”. Estas palabras fueron pronunciadas el pasado 13 de marzo en la Iglesia Católica de Medias Aguas, ante el féretro de Javier Gómez Gutiérrez, ante la vista y oídos de familiares del ganadero asesinado el 11 de marzo pasado en Minatitlán, en su casa, ante su esposa, cuñada e hija, en un crimen que nadie se explica. Pablo Pavón Vinales, obligado por la familia, dijo las anteriores palabras, porque la familia de Javier quería saber de qué lado estaba.


El líder petrolero asistió con ropa negra y lentes del mismo color. Al hablar, se le escurrieron las lágrimas por el amigo fallecido o porque no podía mirar de frente a los padres de Javier Gómez Gutiérrez, su compadre y socio. Lo dicho en Medias Aguas no correspondía a su conducta del día 11 de marzo en el rancho “Los Javieres”, cuando con la policía municipal de Minatitlán, con su inspector Rolando Smith Torres, estando presente Pablo Pavón Vinales, impedían el paso de la policía municipal de Cosoleacaque, a quienes pertenecía la jurisdicción, ni tampoco a los ofrecidos Policías Federales Preventivos, ni a cualquiera que perjudicara a Isabel Morales Aguirre, esposa de Javier y principal sospechosa del homicidio de su esposo.


Los motivos son claros. Muerto Javier, la única socia era Isabel. Dice Pablo que estaba cerca de ella por razón “moral” por la tragedia familiar; eso nadie lo refuta, lo que se pone en duda es la obstrucción de la justicia, la manipulación de la escena del crimen, y las facilidades dadas por el líder petrolero a Juana Isabel Aguirre Morales para que escapara. En Minatitlán, Pablo quiere tapar el sol con un dedo, y engañar con su poder a las autoridades de Xalapa y a la opinión pública en general.


Socios, amigos y compadres, nadie lo critica, pero que no venga ahora de que el hecho no afecta políticamente a su partido ni al él, en el sindicato petrolero: que si compraron la mejor esquina de Minatitlán o enfrente del parque y por eso cerraron la calle Hidalgo, que son socios en compañías constructoras o en ranchos ganaderos, que la fortunas de ambos no puedan comprobarlos con sus sueldos. No, eso no es lo políticamente grave, aunque constitutivo de violaciones a la ley y hasta de lavado de dinero. Lo grave, es que Pablo hizo políticamente a Juana Isabel, y ella, inmadura, con falta de experiencia y ambiciosa, atacó al alcalde petrolero de Minatitlán, Raúl Morales Cadena, y al líder sindical Jorge Wade González, líder de la sección 10 de petroleros. Los dos, de suma confianza de Pablo Pavón Vinales.


A Isabel Morales Aguirre la hizo síndico de Minatitlán, a pesar de que su domicilio estaba en Cosoleacaque, desplazando a los priístas Yrma Everardo Pintado, dirigente estatal de la CANACO, y a José Luis Utrera, negociador en situaciones de conflicto del Gobierno del Estado por muchos años. A Juana Isabel le inventó una organización llamada “Unidad de Mujeres de Minatitlán” y con eso realizó manifestaciones, pero sobre todo, presionó al alcalde Raúl Morales Cadena, hechura de Pablo, para que en la primera sesión de cabildo se subiera el sueldo el edil de 40 mil pesos a 80 mil, la síndico a 70 mil pesos y a los regidores 60 mil pesos. Pablo no hizo nada porque Isabel es su comadre.


Como la comadre era importante y tenía muchas cosas que atender, la trabajadora de planta en el departamento de Personal del Complejo Petroquímico Cosoleacaque de PEMEX, Ana Carolina Morales Aguirre, fue comisionada sindicalmente para fuera secretaria particular de su hermana en la oficina en el rancho “Los Javieres”, teniendo un sueldo también del ayuntamiento de Minatitlán. Dos sueldos.


Hoy no vamos hablar de los ranchos de Pablo. Menos de aquel que tiene por Hidalgotitlán, cercado con tubos de PEMEX. Hoy, son las tropelías que le permitió a su comadre. Mire, Rolando Smith Torres, quien era guardaespaldas de Javier Gómez, policía viejo con un historial de muertes y robacarros, lo nombran Inspector de Policía, y entre sus gracias está el cobrar las carreras de autos en el antiguo aeropuerto de Minatitlán y otros “milagritos”, que ya se prometió que se comentara en su momento. Éste personaje, el día que mataron a Javier, su antiguo jefe, tramó la huida de Juana Isabel, con su nuevo patrón Pablo Pavón Vinales.


La síndica Juana Isabel Morales Aguirre, con la comisiones de Patrimonio Municipal, Policía y Prevención del Delito (paradójico), quien acusara ante la Legislatura al alcalde Raúl Morales Cadena por desviar 4 millones de pesos en asfalto donado por PEMEX, también ocultaba sus “pecadillos”, y tenia en nómina sin trabajar a Josué M. López y al doctor Walter Jiménez Sánchez. El primero empleado, y el segundo, esposo de la diputada local Guadalupe Porras David. Toda la familia política feliz. Pablo, callado.


En estos menesteres de crear plazas para “aviadores”, a la síndica (con el permiso de su compadre) se le ocurrió crear una red para “apoyar económicamente” a reporteros que cubrían las actividades de Juana Isabel Morales Aguirre.


Y ya en este asunto de la policía, al segundo comandante de la Policía Municipal de Minatitlán, Germán Toledo Escamilla, Juana Isabel le pidió su renuncia, a lo que se negó y le dieron de baja, y después fue detenido por Javier y trabajadores, quienes torturaron al ex Policía Federal de Caminos para que manifestara que “lo había mandado el alcalde Raúl Morales a secuestrar a Damara, la hija de la síndica”, y después lo entregaron a la Policía Ministerial a cargo de Simitrio Rodríguez, quien nunca se preocupó que un grupo de civiles armados le entregan a un detenido, y se los aceptó sin chistar, sin certificado médico, y todavía dio como bueno lo dicho por los particulares, se los pasó a los del Ministerio Público, y Germán, siendo inocente, todavía se encuentra preso en el penal de Coatzacoalcos.


Lo anterior fue en septiembre del año pasado. Germán a su favor alegó que era una venganza de la síndico porque tenía trabajando personal del ayuntamiento en los corrales de su rancho, y él se negaba a ocultar el ilícito, considerado como un grave desvío de recursos públicos. Pero el ex comandante guarda algo que la familia Gómez Morales oculta, así como Pablo Pavón Vinales: que el pleito de fondo es que Damara es novia de una mujer, (que no tiene nada de malo, por respeto a su sexualidad), pero perverso es que por esa causa se tenga preso a un hombre inocente.
Damara, en enero pasado, les robó cerca de 150 mil pesos a sus padres, y se fue de su casa más de 15 días con su novia y un amigo. Cuando apareció de nuevo, la también dirigente municipal del Frente Juvenil Revolucionario del PRI (gracias a Pablo) sólo se justificó diciendo que andaba gestionando beneficios para sus agremiados.


Germán Toledo Escamilla sigue preso en el penal de Coatzacoalcos, gracias a los caprichos de Isabel y de su hija Damara, quien no dice la verdad. De ninguna manera se le critica su sexualidad a la hija de la síndico, pero sí su proceder y sangre fría para tener preso a un hombre inocente.



www.enlaceveracruz212.com.mx / www.sotavento-diario.comvazquezchagoya@prodigy.net.mx / pasillosdelpoder@pasillosdelpoder.com


Suscríbete a nuestro Sistema Informativo,

Envia un mail con la palabra SUSCRIPCION,

(Suscribete aquí)