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ANTORCHOS, AHIJADOS DE RAUL SALINAS Y YUNES


César Augusto Vázquez Chagoya
2 de marzo 2006


El 21 de febrero en la información que se transmite a través de la pagina de Internet ENLACE VERACRUZ 212.COM.MX se publicó: “VIOLENCIA EN LA SIERRA DE SOTEAPAN: Nadie sabe que motivos tuvo Miguel Ángel Yunes Linares, cuando era Secretario de Gobierno de meter en Soteapan a la organización paramilitar Antorcha Campesina, quienes de 1994, están enfrentados a todos los grupos políticos de la Sierra de Soteapan, tanto de origen Náhuatl o Popolucos. En Tatahuicapan, hace tres años, quisieron linchar a Samuel Aguirre, líder estatal de la organización para militar y cada rato hay peleas por el control de los ejidos y las aguas parecen que pueden llegar a salirse del cause. El viernes 17 de febrero, Elías Ramírez Hernández, Presidente del PRI municipal y antorchitas, pretendieron tomar el Palacio Municipal de Soteapan, con el motivo de sacar del poder a Enrique Lanche Primo, integrante de Convergencia, pero los paramilitares no contaban que un grupo de partidarios del Alcalde defendieran el palacio, resultando dos lesionados con el nombre de Leonardo García Jiménez y Pedro García Ramírez. La oportuna intervención de la Policía del Estado, evito mas violencia deteniendo a Hilario Vidal y Bonifacio Arias Gutiérrez, Fernando García Ramírez y Juan Carlos García, todos ellos partidarios del Alcalde. Un hecho más y la oposición en contra del PRI aumentan a razón de que apoyan a Antorcha Campesina y en cualquier momento puede desatarse la violencia política en esta región considerada como la más violenta en cuanto a la bravura de sus indígenas. Si Antonio Benítez Lucho, espera de que lo sostengan los de Antorcha en su campaña, pues no tiene garantizado los votos y tampoco su integridad física”.

El 23 de febrero, el dirigente estatal de Antorcha Campesina, Samuel Aguirre Ochoa, originario de Tierra Blanca, nacido el 20 de julio de 1959 y que vive en el exclusivo fraccionamiento Veracruz (unidad habitacional de políticos y empresarios en los gobiernos de López Arias y Murillo Vidal) de su correo electrónico de la legislatura que tiene como diputado local, nos envió la siguiente carta:

Sr. César A. Vázquez Chagoya
P R E S E N T E

El pasado 21 de febrero se publicaron en su columna, con el titulo “Violencia en la Sierra de Soteapan”, agresiones en contra de nuestra Organización Antorcha Campesina por lo que envió a Usted las siguientes aclaraciones:

Antorcha Campesina no es una organización paramilitar, es una organización legal que nació en 1974 en Tecomatlan, Puebla, con el propósito de organizar a los grupos más desprotegidos del campo y de la ciudad para luchar tanto por el bienestar de las comunidades, como por la justa distribución del ingreso social, haciéndolo siempre con diligencia, con la prontitud que la gente necesita, con honradez, sin esquilmarlos, sin cobrarles los servicios. Durante los últimos 11 años en los que Antorcha ha organizado a los indígenas de la sierra se han resuelto asuntos de gran trascendencia, que han ayudado a disminuir la pobreza y siempre en el marco de la legalidad.

Usted menciona en su nota, que hace 3 años quisieron lincharme en el Municipio de Tatahuicapan, versión que es totalmente falsa, por lo que le pido no la suscriba y me informe de donde obtuvo dicha información.

En la parte final, Usted de manera directa hace una amenaza en contra del Lic. Antonio Benítez Lucho al suscribir lo siguiente: “si Antonio Benítez Lucho espera que le sostengan los de Antorcha su campaña, pues no tiene garantizado los votos y tampoco su integridad física.”

Como Usted lo quiera ver, esto es una amenaza y por lo tanto lo hago responsable de lo que le pueda pasar al Lic. Benítez Lucho o a cualquiera de nosotros.

Por último me da la impresión que Usted conoce y maneja información muy delicada y peligrosa que deben conocer las autoridades judiciales, por lo que le pido la haga llegar a las autoridades correspondientes, en el entendido que toda persona que conoce información de actos delictivos y que no las hace del conocimiento de la autoridad competente de manera automática se convierte en cómplice de quienes están planeando tales actos.

A T EN T A M E N T E.
Xalapa, Enríquez, Ver., a 23 de febrero de 2006.Dip. Samuel Aguirre Ochoa
Presidente del Comité Estatal del Movimiento Antorchista

C.c.p. Lic. Reynaldo Escobar, Secretario de Gobierno.- Para su conocimiento.
C.c.p. Lic. Héctor Yunes Landa, Subsecretario de Gobierno.- Para su conocimiento.
C.c.p. Lic. Emeterio López Márquez, Procurador General de Justicia.- Para su conocimiento
C.c.p. Medios de comunicación.- Para su conocimiento

Hasta aquí la carta de don Samuel, de la cual se desprenden sus siguientes conclusiones:

1.- Que según el diputado Samuel Aguirre, Antorcha Campesina no es una organización paramilitar y que han ayudado a desminuir problemas de pobreza en las comunidades donde actúa.

2.- Que quiere que le informe de dónde saqué la información de que querían lincharlo en Tatahuicapan, lo que es falso, según el diputado.

3.- Que en la publicación del 21 de febrero en ENLACE, el suscrito, según el punto de vista de don Samuel, amenazó de manera directa al Lic. Antonio Benítez Lucho y me hace responsable de lo que le pueda pasarle al director del Instituto de Pensiones del Estado, o a cualquiera de Antorcha Campesina, que son, según ellos, como 600 mil en toda la república.

4.- Por las copias que manda a los funcionarios de su carta, le pone de su conocimiento a sus “superiores”: el secretario de Gobierno, y al subsecretario, cuando la copia que cabe en este asunto de la aclaración, es la del procurador, con eso de que se cumplan las “amenazas” de este comunicador y les pase algo a él. Igual cabe en el mismo contexto, la copia enviada de los medios de comunicación, porque lo dicho en ENLACE fue público.

5.- Por último, el legislador dice que este autor conoce y maneja información muy delicada que deben conocer las autoridades, porque si no lo denuncio, me vuelvo cómplice.

La carta de Samuel Aguirre Ochoa no es rara dentro de lo que es las dirigencias nacional y estatal. En todos los conflictos que han tenido en 32 años de vida de Antorcha Campesina, siempre han adoptado el papel de “mártires”. Se meten (como ahora) con este autor atacando sin bases, interpretando la realidad a su manera y son intolerantes.

Claro que en su larga vida como organización han tenido respuestas de sus contrincantes: unas justas e injustas, pero por estar metidos al negocio de la agresión y de ser un grupo paramilitar, qué se puede esperar como respuestas.

Dice mal Aguirre Ochoa en cuanto a su vida política de Antorcha en Veracruz. Están en Veracruz no desde 1995, sino de los principios de los años ochentas y en esos tiempos “boteaban” en las calles para sostener albergues para estudiantes, lo que los enaltecía, pero perdieron el rumbo en la entidad.

A partir de que llega Carlos Salinas de Gortari a la Presidencia de la República en 1988, y su hermano Raúl a CONASUPO, Antorcha Campesina agarró fuerza en toda la república y en Veracruz. Se metieron en Filomeno Mata, donde aprovecharon su vecindad con el municipio poblano de Solapa, en donde obtuvieron el poder a sangre y fuego, propiciando enfrentamientos entre famillas. Las que más aportaron muertos fueron los Cruz y los Bonilla.

A raíz del surgimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, en Chiapas, Antorcha Campesina es utilizada por el entonces secretario de Gobierno, Miguel Ángel Yunes Linares, para combatir a los grupos independientes de campesinos de la Huasteca, del Totonacapan y en la sierra de Soteapan. En pocas palabras, se convirtieron en “esquiroles” de la lucha agraria en zonas indígenas.

Actualmente, Antorcha Campesina en Veracruz ya no “botea”, sino que son dueños de edificios, tiendas, de concesiones de transporte público y hasta de gasolineras. Ser aliados de los priístas les ha redituado: esa unión ha consistido en otorgar apoyos para comprar tierras, ser los primeros en favorecer en los programas sociales, y lo más grave es que la Secretaría de Educación les ha otorgado claves para escuelas de enseñanza media, donde ellos meten directores y profesores. Es aquí donde Gobierno del Estado tiene que explicarle al pueblo, el porqué otorga estos privilegios fuera de la ley a favor de Antorcha Campesina.

Samuel Aguirre acusa a este autor de amenazarlos como organización, pero quiero preguntarle ¿qué derecho tiene en volverse defensor de oficio de Antonio Benítez Lucho, el director del IPE?, porque hasta donde sé, no está manco, ciego, mudo o ciego o incapacitado. Al funcionario lo conozco: es licenciado en Derecho y puede acusarme ante la Procuraduría de Justicia por “amenazas”.

Eso de que conozco información que deben saber las autoridades judiciales, porque sino soy cómplice, entonces ya de plano ya no escribiré para pasármela en los tribunales, cuando los que son autoridades como Samuel Aguirre, se rascan sentados en la Legislatura estatal teniendo la obligación también de hacerlo, además de que le pagan para ello.

Ya no digamos de los funcionarios del Gobierno del Estado y funcionarios de la Procuraduría de Justicia, que saben quién es quién, pero solapan y encubren. Ejemplos sobran, y entre ellos, el de Antorcha Campesina.

Sobre Antorcha se seguirá en esta columna, porque todavía no le contesto toda su carta al diputado (tengo que informarle de dónde saqué la información de Tatahuicapan, y los factores que pudieran dar lugar a agresiones en contra de ellos, como si fuera su empleado) además de que hay dos cartas abiertas publicadas en Diario de Xalapa, donde los “antorchos” me involucran también en el problema que tienen en Soteapan; y como me pide el Legislador, aportaré los datos donde quieran de la ilegales acciones de Antorcha Campesina, y sobre todo mostráremos sus actos violentos y sus caras de mártires.

Todavía hay que recordar cuando en el 2001, el diputado federal Sergio Vaca Betancourt manifestó que se deberían investigar los recursos que aportan las dependencias federales a las organizaciones campesinas. Samuel Aguirre Ochoa, presidente en ese entonces del Consejo Agrario Permanente, se puso fúrico y llamó al panista “mentiroso y bocón”. Vaca tenía razón: ¿quién les pide cuentas a una organización como Antorcha Campesina?

Por lo pronto, iniciare a “botear” en las calles de Xalapa para juntar dinero para contratar los servicios de la policía del IPAX, para que no les pase nada a Benítez Lucho, Aguirre Ochoa y a los supuestos 600 mil antorchistas (a ver si Antonio Nemi Dib me hace un descuento, porque son muchos).

Condenando de facto, sin ser juez, el diputado (contrario a lo que me pide u ordena), en vez de poner su denuncia de las “amenazas” en su contra, sólo lo hace público. ¿Saben por qué no la interpone ante la Procuraduría de Justicia? Porque las amenazas sólo son producto de su síndrome de persecución, y él sabe que sobre lo demás, todo es cierto. Ahí esta el texto íntegro al inicio de esta columna. Ver, oír, para creer.



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