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PERIODISTAS: NOVIEMBRE NEGRO
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César Augusto Vázquez Chagoya


Este jueves 30 de noviembre, el medio periodístico de Veracruz esta de nuevo de luto. Fue encontrado muerto y ejecutado el periodista Adolfo Sánchez Guzmán, ex corresponsal de TELEVISA Veracruz y colaborador de la página de Internet "Orizaba en Vivo". Fue hallado en el río Blanco, casi a 100 metros donde el jueves por la mañana se había encontrado su auto VW sedan con las puertas abiertas y con las llaves puestas.

Como se recordará, el miércoles 28 de noviembre tres individuos llegaron al domicilio de los padres de Adolfo a buscarlo cerca de las 19:00 horas (Guerrero 32, de Nogales) y se fue con ellos, llevándose su auto placas XYJ-6514. Cerca de las 20:00 horas del mismo día, lo vieron tomándose una cerveza con dos hombres y una mujer. Entre los hombres estaba un tipo conocido con el sobrenombre de "El Pollo", conocido en el medio policiaco por andar en el negocio de asaltar camiones de carga en la región.

Cerca de las 8.30 horas del jueves 29 de noviembre, fue encontrado el auto del periodista en la colonia Rincón Santa Rosa, en el predio del señor Juan López. Por su desaparición, hasta se pensó que se había ahogado y lo buscaron en el río Blanco; y al no encontrarlo, su padre Adolfo Sánchez Hernández, cerca de las 17 horas, presentó la denuncia ante el Ministerio Público y se levantó la averiguación previa 839/06.

Según el dueño del predio, Juan López, el periodista llegó con una pareja. En el auto se encontró cabello de mujer, pero por la forma en que murió Adolfo Sánchez Guzmán, más que pasional se podría tratar de un homicidio del crimen organizado. Este caso es parecido al que ocurrió en el puerto de Veracruz con el asesinato del periodista de policíaca Roberto Marcos García, el día 21 de noviembre, cuando fue atropellado y ejecutado en la comunidad de Mandinga: también había hecho denuncias en contra de los asaltantes de camiones de carga.

En los dos casos, a pesar de que haya quienes digan que andaban de "maldosos", hay que destacar que los periodistas muertos en el estado de Veracruz en menos de 15 días, vivían al día en su economía. El de Veracruz utilizaba una motocicleta para trasladarse, y el de Orizaba un carro VW de modelo no reciente.

Se conoce el homicidio de Adolfo Sánchez Guzmán el mismo día en que comparecía el director de Comunicación Social del Gobierno de Veracruz ante la Legislatura. Alfredo Gándara decía a los diputados que han sido respetuosos de la libertad de expresión y que los periodistas eran un contrapeso al poder público. No mintió el funcionario y en estas páginas se ha reflejado, además de que como un caso mundial se creó la Fiscalía para Atención a Delitos contra Periodistas (con todas sus deficiencias, pero al fin fiscalía), así como un defensor de los periodistas que radica en el puerto de Veracruz.

Como se han mencionado en infinidad de ocasiones, el respeto a la prensa y a los medios de comunicación por parte del Gobierno de Veracruz, con sus "asegunes", camina y no hay represión a los que critican, sino que la situación de los comunicadores se complica con los grupos de poder regional: alcaldes, caciques y el crimen organizado.

Por eso se ha reiterado al gobierno de Veracruz que la Fiscalía para crímenes en contra de periodistas debe tener autonomía, que sea nombrado el fiscal por la legislatura, y que cuente con un presupuesto propio, pero no ha caminado. Tampoco, a pesar de los esfuerzos, la creada a nivel federal avanza porque está sujeta a los dictados del poder ejecutivo.

La "autonomía" se pide porque hay casos como los del periodista José Luís Gracia, de Pánuco, en que por nada camina su denuncia en contra de los allegados al diputado local Ricardo García Guzmán, el cacique de la región. No se ha resuelto la desaparición del periodista Jesús Sandalio Lechuga Mejía (13 julio 2003); el homicidio del director de La Opinión de Poza Rica, Raúl Gibb Guerrero (8 de abril 2005). El homicidio de Hugo Barragán Ortiz, de Tierra Blanca, el 30 de octubre de 2005. Las recientes muertes de Roberto Marcos García y la de Adolfo Sánchez Guzmán.

Para orgullo de los veracruzanos, Veracruz ocupa el primer lugar nacional en muerte de sus periodistas.

Los casos no caminan por intereses económicos, políticos y hasta de miedos de la autoridad encargados de investigar. No se han entendido en las altas esferas del Gobierno de Veracruz, que los Ministerios Públicos y jueces diseminados en el estado están presionados, amenazados o comprados, y no actúan contra alcaldes, grupos de poder regional o crimen organizado, así se los ordene el procurador o el gobernador de Veracruz.

Sólo en este año, existen agresiones en contra de periodistas en los municipios de Pánuco, Poza Rica, Papantla, Martínez de la Torre, Ixtaczoquitlan, Ángel R. Cabada, Catemaco, Acayucan, Minatitlán y Las Choapas. Veracruz puso el ejemplo a nivel mundial, antes que nadie, de crear un organismo oficial de protección a los periodistas, pero no ha bastado.

Es claro que los crímenes a los comunicadores están en el contexto del aumento de los homicidios en la república. Por algo después de Irak somos el segundo lugar en crímenes en contra de periodistas a nivel mundial. A nivel nacional, Veracruz, con cuatro homicidios en el Fidelismo, en sólo dos años, ocupamos el primer lugar. No se vale.

Para terminar: el periodista, comunicador, etc., actúa a la luz del día. Los criminales en la oscuridad.
















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