Ahí estaba solo. Jugueteando con un celular. Esperaba a que lo llamaran para una audiencia con un alto funcionario. Nunca nos imaginamos que nos lo encontraríamos fortuitamente. Luce más delgado y con menos barbas. Quién dijera que es el temido, amado, envidiado, atacado y buscado Cirilo Vázquez Lagunes. El último encuentro personal fue hace más de 20 años, después de trincheras opuestas y de manera de pensar diferente.
Casi de espaldas a quien esto escribe, me le acercó y le digo: “¿Cirilo, qué haces?”. Se voltea sin inmutarse, su mirada entre triste y desconfiada responde: “¡Quiubo César!, ¿Qué andas haciendo? Vengo arreglar un asunto judicial y ya me voy”, fue la contestación.
Rápido de mente. Sagaz en buscar respuestas, saca a la pláticas las elecciones en el sur de Veracruz. Le preguntó:
- ¿Cómo la ves? Sé que vas a participar en la contienda interna del PRD para senador o diputado federal.
- No –contestó- No habrá elecciones internas y al parecer todo lo van a decidir en México y todavía no me decido por cual partido contender; pero te aseguró que les ganaré los distritos de Acayucan, Cosoleacaque y Minatitlán, pese a los ataques periodísticos (en clara alusión a este autor).
- Bueno, a mi no me los vas a ganar, porque ya me salí de la política- le contesté.
- Sí –replica- pero tú sabes que yo he trabajado de cerca con la gente.
- Eso no lo pongo en entredicho, inclusive la gente de la sierra de Soteapan fue a San Andrés Tuxtla cuando estuvo López Obrador pidiendo que tu fueras candidato al Senado de la Republica.
Apenas entrábamos en materia, cuando vino el aviso de que ya lo esperaba el secretario. “Bueno, César, nos vemos, ahí nos hablamos”. No bien terminaba de despedirse cuando llegó su hija Regina Vázquez Saut, la diputada federal por Acayucan, quien también entró a la audiencia con el funcionario que los esperaba.
El destino muy rápido nuevamente nos volvería a reunir con el que se hace llamar representante de su hija, la legisladora federal, y benefactor de la zona sur. En esta ocasión no fue afuera de una oficina, sino casualmente en una sala de espera dentro de una oficina del Palacio de Gobierno.
Acabábamos de llegar, cuando entró Cirilo solo, vistiendo un pantalón de mezclilla, una playera y su chamarra ligera. No había frío en Xalapa. En ese encuentro se habló menos de los partidos políticos y sí de la obra pública de su hija Fabiola, la alcaldesa de Acayucan. “Estoy contento con ella, porque pese a su juventud ya agarró experiencia, y siento más descanso”, confiesa el ganadero.
En esa ocasión salimos juntos de la oficina, y por coincidencia nuestros carros estaban casi juntos. Sólo lo esperaba su chofer. No había ningún guarura acompañándolo.
Llamó la atención que yendo al estacionamiento, tres hombres corriendo lo alcanzaron: “Señor, soy el Presidente Municipal de Vega de la Torre, queríamos conocerlo y saludarlo”. Ahí nos despedimos con la promesa de comer la próxima vez que viniera a Xalapa. Él se quedo platicando largo rato con sus paisanos de Vega; lo sé, porque me encontré a un amigo de Otatitlán que tenía años de no verlo, y nos pusimos a platicar. Nosotros terminamos nuestra plática y Cirilo seguía con sus admiradores.
La tercera plática que sostuvimos, también fue por obra del destino: le preguntaba por teléfono a un amigo si efectivamente Cirilo había tenido problemas con la Policía Federal de Caminos en Paso del Macho. “No sé”, fue la contestación, “pero está aquí y te lo paso; pregúntale directamente a él”. Este diálogo fue muy sustancioso, pero entendible para dos personas que hablan mocho, lo que nos identifica como nacidos en el sur de Veracruz:
- ¿Qué te pasó en Paso del Macho?– le pregunté.
El ganadero narró que un Federal de Caminos lo detuvo antes de Paso del Macho, dizque por exceso de velocidad. Le pidió los papeles del coche y sus documentos personales. Iba sólo con su chofer. El oficial de caminos checaba por computadora si el carro no era robado “y ni me levantaba la infracción, ni me acusaba de robacarros, pero sí ya tenía 20 minutos reteniéndome en la carretera federal. Le exigí que me llevara al retén, para que hiciera todas las averiguaciones, porque yo no podía estar en ese lugar. No quiso, inclusive me amenazó con llamar a los periodistas de la televisión y me vi obligado a subirme a mi carro y me dirigí a Paso del Macho, con la patrulla atrás persiguiéndome, hasta que me paré en el retén de Paso del Macho, donde ya había patrullas federales esperándome, y después de aclararse todo, me infraccionaron”.
(En su plática, Cirilo no mencionó el porqué de su temor al estar tanto tiempo en la carretera federal detenido, pero a principios de marzo de 1985, en la entrada de Texistepec, fue parado por un retén de la Policía Federal de Caminos, y según el ganadero, no podían ver a los policías ya que tenían las luces prendidas de sus unidades, pero oyó cuando gritaron “tírenle al barbudo”, y en una confusión mataron al hijo de Fernando López Arias, quien había ido por Cirilo al aeropuerto de Minatitlán, quien llegó de México, y en esa ocasión, el ganadero acusó a la Federal de Caminos y a la Policía del Estado de querer matarlo por órdenes de Agustín Acosta Lagunes. En esa ocasión, murieron 4 acompañantes de Cirilo, quien salvo su vida al meterse debajo de un carro, hasta que lo detuvieron y lo dejaron libre en la comandancia de Coatzacoalcos esa misma noche)
Después vino la pregunta puntillosa: “¿Es cierto que te metiste a la fuerza al reclusorio de Acayucan?”
- ¿¡Quién dice esa estupidez!? He ido al reclusorio acompañado de mi hija Fabiola para ver las condiciones en que viven los reclusos, para así ayudarlos y darles las hechuras de los mesa bancos para las escuelas.
La respuesta fue contundente. Queriendo suavizar la conversación, le comentamos que se veía bien en el primer informe de gobierno de su hija Fabiola, porque nunca lo habíamos visto en una publicación abrazado de sus hijas. “La verdad, ha hecho buen trabajo mi hija”, fue su contestación.
- Oye, ¿qué sabes de Marcelo Arroniz Serrano?- Le preguntaba sobre el ganadero ejecutado el 29 de diciembre en Playa Vicente, quien era ex yerno de Juan García Abrego, ex jefe del Cartel del Golfo. Por primera vez en nuestras tres conversaciones con el ganadero Cirilo sacó una palabra alvaradeña:
- No nos hagamos pendejos. Marcelo es pariente de Gil y ya sabrás sacar tus conclusiones. -
- Se insiste: “Pero dijo Gil, en su campaña para diputado local, que tú mandaste a matar a su hermano en Matías Romero”.
- Ese no se porqué me mete en sus enredos. Ya se le olvidó la matanza que hizo su hermano en el predio “La Virgen”, de Oaxaca, de la gente de Margarito Montes Parra, y hay gente que no se aguanta. (En el sexenio de Dante Delgado, muy amigo de Gilberto Guillen Serrano, entonces alcalde de Jesús Carranza, se dio una invasión a un rancho en La Virgen por huestes de la UGOCP, matando al mayoral y a su familia. A las mujeres las violaron, y en respuesta ganaderos de la región de Jesús Carranza, esa misma noche los atacaron habiendo cerca de 40 muertos, y el escándalo se paró gracias a la intervención del presidente Salinas de Gortari y del gobernador, y las partes se pusieron de acuerdo en la 29/a Zona Militar con base en Minatitlán).
Cirilo agrega: “Ahora resulta que yo a Gil lo voy andar cuidando. Yo no tengo nada que ver con sus líos”.
- Hay rumores de que Gil se había reunido con Marcelo Arroniz Serrano para matar a tu hermano Remigio, porque supuestamente es el asesino del hermano de Gil, pero se le adelantaron.- le comento.
- ¿Qué tiene que ver mi hermano con eso? Está dedicado a sembrar naranjas que exporta al extranjero.
La conversación terminó abruptamente, alegando el ganadero ya no tener tiempo para llegar a otra cita, pero con la promesa de vernos en otra ocasión, autorizando de antemano el contenido de las conversaciones.
Aunque Cirilo Vázquez Lagunes alega que no se metió a la fuerza al reclusorio de Acayucan, se tienen estos datos: la Policía Ministerial de Coatzacoalcos detuvo a Luis Enrique Álvarez Molina, originario de San Juan Evangelista, por el delito de robo calificado en agravio de Antonio Silverio Otero Rodríguez. Por dos días seguidos, Cirilo pidió hablar con el director del penal, por lo que no es revisado por la guardia y en vez de ver al funcionario se metió al área de internos a ver a Luis Enrique, quien es su paisano y estaba severamente golpeado. En las dos ocasiones iba con gente armada, pero ellos no ingresaron al penal. Por los hechos, fuero arrestados el jefe de Custodios, Uriel Zamora Vázquez, y el delegado de Seguridad Pública, Gaspar Landa Rodríguez, por no avisar a la superioridad del incidente.
Cirilo Vázquez Lagunes, tres veces recluido en penales por diversos delitos, ha salido absuelto. La primera vez que fue detenido fue en 1997, y regresó al estado en 1998. En tan sólo 7 años, vuelve a recuperar su poder, ahora con más experiencia. Del 80 al 87 quiso manejar ayuntamientos a través de candidaturas, pero ahora ya controla los ayuntamientos de Jesús Carranza, San Juan Evangelista, Las Choapas, Acayucan, y otros que se le han sumado, así como las diputaciones federales de Acayucan y Cosoleacaque. Se apresta en breve tiempo a recuperar la Unión Regional Ganadera, que controlaba antes de 1987. Cirilo, pese a todo, tiene más poder que nunca.
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